Estimula la regeneración celular, reduce las arrugas y recupera la turgencia de la piel. Reactiva el funcionamiento de la piel, estimulando la síntesis de colágeno y elastina. Adicionalmente, la centella asiática y las células madre aportan propiedades antioxidantes (protegiendo la piel de las agresiones de los radicales libres), reparadoras y regeneradoras.