El alcanfor es un anestésico tópico que actúa sobre las terminaciones de los nervios cutáneos produciendo anestesia. El mentol ejerce un efecto refrescante, siendo estos dos efectos los que alivian el prurito.
El aceite de almendras por su alto contenido de ácidos grasos esenciales como el ácido linoleico, proporciona a la piel emoliencia e hidratación, devolviéndole tersura y suavidad.
La alantoína estimula la regeneración celular acelerando los procesos de cicatrización de las heridas superficiales de la piel.