Ácido hialurónico: Biológicamente, una de las propiedades más relevantes del ácido hialurónico es su capacidad para absorber agua. Este activo es capaz de penetrar en la piel creando reservas de hidratación en las capas superficiales de la misma. Además, propicia la apertura de canales de la piel, hecho por el cual otras moléculas con menos poder de penetración unidas física o químicamente al ácido hialurónico, son también capaces de penetrar la piel. Manteca de Karité: Es ideal para hidratar y nutrir pieles secas y deshidratadas, también para pieles sensibles. Una de las propiedades más útiles es su gran poder de regeneración.
Vitamina E: Se encuentra de forma natural en la piel, mayoritariamente en la epidermis, donde ejerce un papel protector del daño oxidativo. Su función principal es la de antioxidante por su capacidad de inhibición de la peroxidación lipídica. Y esto la hace ideal en cosméticos antiedad y reparadores del daño solar.